martes, 25 de junio de 2013

Críticas al precio de la Xbox One


Cuando Microsoft anunció el precio de Xbox One, no pareció excesivo comparándolo, por ejemplo, con el precio de partida de la anterior generación. Sin embargo, horas después del anuncio, Sony sorprendió con los 399 euros de PlayStation 4. Ahora cabe preguntarse hasta qué punto los 499 euros la consola de Microsoft pueden ser un lastre; algo que ha hecho un economista en un blog de Harvard.

El consultor Rafi Mohammed (autor de ‘The 1% Windfall: How Successful Companies Use Price to Profit and Grow’) publicó recientemente en un blog de la universidad de Harvard Business Review una entrada en la que apunta que “los fundamentos de la batalla por la próxima consola de consolas de juegos se fijarán según las ventas de esta campaña navideña”. En este sentido, indica que la “importancia de fijar un precio relativamente bajo para el sistema, con el objetivo de maximizar los beneficios generales”.

Mohammed recomienda directamente a Microsoft que baje el precio de Xbox One, que considera demasiado alto debido a la cifra elegida por Sony para PlayStation 4. El economista alude a una estrategia habitual en el mercado de las consolas: vender las máquinas por precios incluso por debajo de su coste de fabricación real para conseguir una base instalada importante y hacer caja mediante la venta de juegos.

“Dado que los beneficios provienen de las ventas de videojuegos y complementos, la estrategia de precios es sencilla: situar los precios bajos para poner las consolas en manos de los jugadores”, apunta Mohammed. “Cuantas más consolas se vendan, mayor es el beneficio potencial”.El economista añade que la percepción de que el precio de Xbox One es “demasiado alto” se está “incrustando” en la mente de los consumidores. En este sentido, a pesar de que “Microsoft considere que su nueva Xbox ofrece mayor valor”, “históricamente, los consumidores no han estado dispuestos a pagar más por ese pico, aunque en última instancia ofrezca más valor” (en referencia a la incorporación de Kinect de serie o a las ventajas del cloud computing que Microsoft ha ensalzado), opina.

En este sentido, Mohammed cita el caso de Kodak, cuya estrategia de precios premium iniciada en 2007 no surgió efecto y, unido a otros factores como el cambio que ha sufrido el mundo de la fotografía en los últimos años, llevó a que declarase su bancarrota en 2012.

Así, el economista sentencia que Xbox One “ya parte con desventaja”. Cita, en este sentido, una encuesta de Amazon.com -anterior al cambio de política de Microsoft en cuanto a restricción del mercado de segunda mano- en la que un 94 por ciento de los entrevistados se situaron a favor de la compra de PS4, en lugar de Xbox One.

Con este panorama, el economista recomienda a Microsoft que baje el precio de Xbox One o que venda un paquete con algunos recortes a un precio más bajo. “Las buenas noticias es que aún hay bastante tiempo” para que la compañía tome esta decisión y se sitúe en un plano más competitivo cuando la máquina llegue a las estanterías a finales de año, concluye.



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